Foto de Comunidad Nativa Santa Teresa, Puerto Inca, Huánuco. Jasmin Ramírez, PNUD-Perú.
“Como instrumento de planificación comunal, el plan de vida nos permite articular con nuestros aliados estratégicos de acuerdo a las necesidades que identificamos como comunidad,” señala Cecilia Martínez, ingeniera agrónoma yanesha y especialista en planificación, quien, junto con otras 30 personas, entre dirigentes y técnicos de federaciones indígenas, están siendo capacitados para acompañar, en la elaboración de planes de vida, a las 12 comunidades nativas seleccionadas en el marco del Proyecto Paisajes Productivos Sostenibles en la Amazonía peruana (PPS).
“Con el Plan de Vida nuestros jefes comunales pueden gestionar con los gobiernos locales, regionales y otros actores del territorio nuestras prioridades para mejorar nuestra calidad de vida desde nuestra propia cosmovisión”, concluye Martínez.
Es así, como recientemente, el Gobierno Regional de Ucayali, una de las regiones amazónicas del ámbito de intervención del PPS, declaró los planes de vida de interés regional y los formalizó, mediante Ordenanza, como instrumento de planificación estratégica e integral de las comunidades nativas, a fin de que se articulen con las políticas, programas y proyectos a nivel de la Región. Con ello, se cumple un hito importante en el proceso de inclusión de los pueblos indígenas y sus necesidades en los mecanismos de gestión pública al servicio de la población. En ese sentido, el plan de vida resulta ser un elemento clave de acercamiento al Estado que recoge, desde la perspectiva de las comunidades nativas, aspiraciones colectivas y la manera cómo ellas desean construir su propio futuro.
En la medida que estos avances contribuyan a fortalecer la gobernanza indígena, en su estructura, como campo de acción en espacios de diálogo y toma de decisión, la gestión pública se verá enriquecida con mayor inclusión y pluralidad, pudiendo cerrar brechas sociales de una manera más efectiva. Asimismo, una mayor participación indígena con conocimiento ancestral sobre un manejo más respetuoso de los ecosistemas repercutirá en el éxito de programas y emprendimientos que buscan progreso de la mano con el uso sostenible de los recursos naturales.
Por ello, a través de un trabajo colaborativo con federaciones indígenas, el proyecto PPS, bajo una lógica de acuerdos de conservación, acompaña y brinda apoyo a las comunidades nativas seleccionadas en la implementación de actividades productivas sostenibles, de conservación, recuperación de ecosistemas y monitoreo comunitario, que permitan mejorar la calidad de vida de alrededor de 1,700 familias.
Foto del taller de capacitación para la elaboración de los Planes de Vida. Segundo Villalobos, Proyecto MINAM/PNUD/GEF PPS.
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Tendiendo Puentes para Fortalecer la Articulación Territorial en la Amazonía Peruana
Foto de Comunidad Nativa Santa Teresa, Puerto Inca, Huánuco. Jasmin Ramírez, PNUD-Perú.
“Como instrumento de planificación comunal, el plan de vida nos permite articular con nuestros aliados estratégicos de acuerdo a las necesidades que identificamos como comunidad,” señala Cecilia Martínez, ingeniera agrónoma yanesha y especialista en planificación, quien, junto con otras 30 personas, entre dirigentes y técnicos de federaciones indígenas, están siendo capacitados para acompañar, en la elaboración de planes de vida, a las 12 comunidades nativas seleccionadas en el marco del Proyecto Paisajes Productivos Sostenibles en la Amazonía peruana (PPS).
“Con el Plan de Vida nuestros jefes comunales pueden gestionar con los gobiernos locales, regionales y otros actores del territorio nuestras prioridades para mejorar nuestra calidad de vida desde nuestra propia cosmovisión”, concluye Martínez.
Es así, como recientemente, el Gobierno Regional de Ucayali, una de las regiones amazónicas del ámbito de intervención del PPS, declaró los planes de vida de interés regional y los formalizó, mediante Ordenanza, como instrumento de planificación estratégica e integral de las comunidades nativas, a fin de que se articulen con las políticas, programas y proyectos a nivel de la Región. Con ello, se cumple un hito importante en el proceso de inclusión de los pueblos indígenas y sus necesidades en los mecanismos de gestión pública al servicio de la población. En ese sentido, el plan de vida resulta ser un elemento clave de acercamiento al Estado que recoge, desde la perspectiva de las comunidades nativas, aspiraciones colectivas y la manera cómo ellas desean construir su propio futuro.
En la medida que estos avances contribuyan a fortalecer la gobernanza indígena, en su estructura, como campo de acción en espacios de diálogo y toma de decisión, la gestión pública se verá enriquecida con mayor inclusión y pluralidad, pudiendo cerrar brechas sociales de una manera más efectiva. Asimismo, una mayor participación indígena con conocimiento ancestral sobre un manejo más respetuoso de los ecosistemas repercutirá en el éxito de programas y emprendimientos que buscan progreso de la mano con el uso sostenible de los recursos naturales.
Por ello, a través de un trabajo colaborativo con federaciones indígenas, el proyecto PPS, bajo una lógica de acuerdos de conservación, acompaña y brinda apoyo a las comunidades nativas seleccionadas en la implementación de actividades productivas sostenibles, de conservación, recuperación de ecosistemas y monitoreo comunitario, que permitan mejorar la calidad de vida de alrededor de 1,700 familias.
Foto del taller de capacitación para la elaboración de los Planes de Vida. Segundo Villalobos, Proyecto MINAM/PNUD/GEF PPS.